Día Internacional de la Democracia | Cristhian Uribe Mendoza de #ObservatorioReformas
El 8 de noviembre de 2007, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 15 de septiembre como el Día Internacional de la Democracia. Los días internacionales son instrumentos adoptados por el Sistema de las Naciones Unidas para promover y sensibilizar al público sobre ciertos temas de interés, movilizar voluntades políticas y gestionar los recursos necesarios para ayudar a resolver problemas mundiales o celebrar los logros de la humanidad. Así, la conmemoración del Día Internacional de la Democracia constituye una valiosa oportunidad para reflexionar sobre el estado actual de la democracia en América Latina y el Caribe.
Tras dieciocho meses del inicio de la pandemia mundial ocasionada por el virus del SARS-CoV-2, muchos analistas coinciden en que América Latina ha sido una de las regiones más afectadas no sólo por la gran cantidad de muertes por COVID-19 registradas en la mayoría de los países, que hasta el momento acumulan más de 1’460.000 defunciones documentadas oficialmente, sino también por sus fuertes impactos sociales, políticos y económicos, los cuales aceleraron el deterioro de las instituciones democráticas y aumentaron la desconfianza ciudadana hacia los gobernantes, el Estado y las instituciones políticas.
La rápida expansión del coronavirus hizo que muchos gobiernos decretaran estrictas medidas de confinamiento para mitigar los efectos del contagio; sin embargo, algunas de estas medidas implicaban fuertes restricciones a las libertades individuales y una creciente presencia militar en los espacios públicos, especialmente en países como Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Honduras, República Dominicana y El Salvador, entre otros, donde la policía y las fuerzas militares asumieron el control de las medidas de confinamiento y adelantaron tareas de salud pública, tales como: distribución de alimentos, fabricación de mascarillas, entre otras.